Por ejemplo, en este Congreso están las mañanas, en donde los presentadores se toman 30 o 45 minutos para exponer. Y están las tardes, en donde se presentan infinitos casos de estudio, con literalmente 5 minutos por cabeza. Es decir, la persona que expone tiene 5 minutos para presentar un caso en el que ha estado trabajando por ya muchos meses... La velocidad de la luz anda más lento que estos presentadores. Y eso, sumado al lenguaje técnico intrincado y complejo de la medicina... bueno, es cosa de sumar factores: como intérprete hay que prepararse, y en el momento en que se trabaja, abandonarse y fluir en la canalización de la presentación. Una cosa que sí está bien pensada es que cada par de intérpretes (porque se trabaja en cabina y de a pares) le toca una temática por año, por ejemplo he estado en 'cadera', en 'oncología', y en 'mano'.
Interpretar en este Congreso es una pega muy buena por varias razones; además de comer rico, dormir en buenos hoteles, tener un trabajo asegurado en estas fechas, salir de la rutina de donde uno vive, tomarse un break de la familia (¡tener un poco de vida propia!), pasarlo bien, etc., es que somos un grupo de 18 intérpretes, por lo que se establecen redes laborales, que son tan importantes siempre, pero por sobre todo cuando uno trabaja como independiente. Y otra de las razones es que hasta ahora se ha llevado a cabo en Viña del Mar, en el Enjoy y el Sheraton. Entonces, que en los ratos libres pueda uno sentarse a tomar un café en una terraza rica y con una vista como esta, es realmente energía sin precio.

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