Este último mes me ha tocado trabajar en un solo lugar casi todos los días, cosa que no ha sido común en el total de mi historia laboral. Uno empieza a conocer al equipo humano, se hacen amistades, uno aprende a trabajar en conjunto, se conoce las mañas de cada uno, uno se acopla, etc. Y la verdad es que, dependiendo claro, de la personalidad de cada uno, se desarrolla una especie de apego. Este trabajo está a punto de terminar, y me da una especie de nostalgia. En este tipo de trabajo uno está bastante por cuenta propia. Y eso, por una parte, guarda grandes beneficios, y por otra parte es desafiante, porque estar solx para enfrentar el mundo laboral de hoy, a veces apesta.

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